La cheesecake de John Lennon

El viernes pasado volábamos virtualmente a Nueva York en un avión de lo más chic y cómodo, tomando cócteles entre nubes. Unos días antes, nos trasladábamos a los años 50 americanos con la Operación Peggy Sue’s y esa experiencia conjunta tan divertida con las chicas de Envidien mi boda.

Mi hermana, que es una artistaza en la cocina y muy cuca, se quedó con la copla de que mi plato favorito de aquella noche había sido la famosa New York Cheese Cake y, sin dudarlo, me pasó la receta de la tarta de queso italiana tan extendida y famosa en Estados Unidos. Publicada en el libro «Un goûter à New York«, lo que podríamos traducir como «Una merienda en Nueva York».

Viendo las horas que son y el pequeño hormigueo de mi estómago que me pide a gritos algo dulce para seguir con las tareas de la tarde. No se me ocurre mejor manera que continuarla compartiendo con vosotros/as esta estupenda receta de tarta de queso ricotta que bien podríamos titular, «La cheesecake de John Lennon» y es que el famoso cantante instalado en Nueva York a principios de los años 70, tenía la costumbre de frecuentar un café italiano llamado «La Fortuna» conocido por su magnífica «torta di ricotta«. La siguiente receta es la versión de dicha tarta publicada en el libro «Un goûter à New York».

LA CHEESECAKE DE JOHN LENNON (Torta di ricotta)

Los ingredientes se aconsejan para un molde rectangular de aproximadamente 21x9x8 cm (si no, el que tengáis en casa que seguro quedará fenomenal)

Ingredientes para la masa:

125 g de harina de fuerza T65 o T55
1/2 cucharadita de café de sal
50 g de ricotta
50 g de mantequilla blanda
100 g de azúcar glas

Ingredientes para la crema:

450 g de ricotta
100 g de azúcar
25 g de harina T65 o T55
2 huevos
1 pellizco de sal
1 chorrito de limón
1/2 c.c de extracto de vainilla

1. Poner a calentar el horno a 200 ºC. Para preparar la base, mezclar todos los ingredientes de la masa hasta formar una mezcla homogénea (mi hermana recomienda poner todos los ingredientes secos, luego la mantequilla, la ricotta y mezclar con las manos hasta hacer una bola homogénea).

2. Engrasar el molde con aceite o mantequilla y añadirle un poquito de harina a las paredes. Extender la masa por el fondo y los laterales del molde dejando el interior libre para añadir la crema después.

3. Para la crema; mezclar enérgicamente todos los ingredientes anteriormente mencionados hasta que tengáis una crema homogénea. Para verificar si está bien de azúcar y de vainilla, se recomienda probar la mezcla con una cucharita pequeña o como tengáis costumbre.

4. Una vez tenemos la crema, verterla sobre el molde donde se ha puesto la pasta y meter al horno unos 25 minutos. Al sacarla, dejadla enfriar un buen rato para poder desmoldarla con más facilidad. ¡Y a disfrutar!

Es bastante dulce pero se puede acompañar con mermelada de cerezas, frambuesa u otras que le darán color a la tarta y un pequeño toque de acidez que contrasta bien con el dulce de la misma. La mermelada que veis en la foto es de naranja 100% casera (rica, rica).

¿No me digáis que no tiene buena pinta? ¡Qué buen gusto tenía Lennon!

Esta experiencia tan dulce es de color rosa sin duda; color con el que quiero darle las gracias a mi hermana por animarse a colaborar en el blog con una de sus geniales propuestas. ¡Gracias preciosa!

 Fuente: Un Goûter à New York. Marc Grossman. Ed. Les Petits Plats Marabout.